martes, 10 de agosto de 2010

NO TENER AMIGOS PODRÍA CAUSAR LA MUERTE

Un estudio reveló que el aislamiento sería tan peligroso para la salud como fumar o tomar alcohol en exceso.

Pese a que el aislamiento es malo para la salud, los expertos aseguran que esta es una tendencia cada vez mayor en un mundo industrializado en el que “se están reduciendo enormemente la cantidad y la calidad de las relaciones sociales”.

Estudios previos han demostrado que las personas con menos relaciones sociales mueren antes que aquellos que se relacionan más con amigos, conocidos y familiares.

Según los expertos de la Universidad Brigham Young (Utah) y del Departamento de Epidemiología de la Universidad de Carolina del Norte, la importancia de tener una buena red de amigos y buenas relaciones familiares es comparable a dejar de fumar y supera muchos factores de riesgo de la mortalidad como la obesidad, la inactividad física.

Los responsables del estudio, consideraron que tanto médicos como educadores podrían advertir de la importancia de las relaciones sociales en campañas de salud, al igual que como con el antitabaquismo, la dieta sana y el ejercicio.

Creo que me moriré pronto... help me please!!!....

REDUCE EL ESTRÉS CON LA LECHE

Una adecuada nutrición es básica. Incluir lácteos en tu dieta diaria ayuda a prevenir y a enfrentar este proceso que afecta tu vida.

Cuando hay estrés, el cuerpo se ve sometido a rigurosos procesos físicos y mentales. Por ello, la buena nutrición juega un papel vital, ya que permite soportar esta situación.

Una persona con estrés puede tener síntomas como tensión, cansancio, insomnio, dolor de cabeza, irritabilidad, ansiedad, falta de deseo sexual, angustia, desánimo, contracturas musculares y falta de concentración, males que pueden durar pocos días o, en el peor de los casos, convertirse en un problema crónico, lo cual es altamente dañino para la salud.

En tal sentido, la nutricionista Milagros Agurto afirma que muchas de las cualidades de los nutrientes se ven disminuidas cuando hay estrés. Entre ellos, menciona el magnesio, el zinc, el complejo B, la vitamina C y el calcio, que en la leche se encuentra en importantes cantidades. De allí la importancia de habituarnos a su consumo.

El calcio es un nutriente básico pues, junto con el magnesio, ayuda a que los impulsos nerviosos lleguen a los músculos y, por ende, reduce el estrés.

“Por eso, además de verduras, frutas, carnes bajas en grasas, alimentos integrales –ricos en vitamina B–, los lácteos descremados o semidescremados son una buena opción para ese aporte de calcio. No olvidemos que no solo es importante para evitar las contracturas musculares, sino para un buen funcionamiento del corazón”, dice Agurto, quien sugiere consumir dos o tres tazas de leche o yogur al día para cubrir entre el 70% y el 80% del calcio diario.

Por su parte, las personas que tienen problemas para digerir la lactosa pueden comer vegetales de color verde oscuro, como la espinaca y el brócoli.