domingo, 25 de julio de 2010

BON JOVI EL 29 DE SEPTIEMBRE EN LIMA



En 1989 se anunció a Bon Jovi en Lima. No hubo mucho revuelo entonces y no porque a nadie le importara, sino que flotaba en el ambiente un aire de incredulidad: eran tiempos difíciles, y cuando surgió la inevitable cancelación del recital, casi ni movimos las cejas. Era como si ya esperáramos tal desenlace. Los embates terroristas habían alejado la posibilidad de ver en vivo a los músicos de Nueva Jersey.


Felizmente, vivimos otros tiempos. Y ahora sí, lectores, rompan en gritos y celebren a lo grande: Bon Jovi tocará en Lima. En estas líneas confirmamos que el concierto de Jon Bon Jovi (voz), Richie Sambora (guitarra), Tico Torres (batería) y David Bryan (teclados) ocurrirá: será el miércoles 29 de setiembre, a las 9 de la noche, en el estadio de San Marcos. Desfoguen. Cóbrense la revancha. Y sí, empiecen la cola para las entradas, desde el sábado 7 de agosto, a las 11 de la mañana, en los módulos de Teleticket, a precios de entre 48 soles (sección I) y 570 soles (sección B).


Las razones para ver en vivo a Bon Jovi pueden ser muchas. Para algunos, es solo cuestión de disfrutar de sus canciones, de sus éxitos. Para otros, la posibilidad de apreciar el desenvolvimiento escénico del cuarteto, conocido por brindar efervescentes performances en directo. Será un concierto que puede equilibrar el factor nostalgia y la vigencia, aspectos que, sin duda, enriquecerán aun más lo que pinta, desde ya, como uno de los shows más grandes que nuestro país experimentará: el aterrizaje de un monstruo colosal que hará de esta ciudad un torbellino de sensaciones difíciles de describir.


NACIDOS PARA LA MÚSICA

Si hay algo que Bon Jovi encarna es la facilidad (o habilidad) de crear melodías recordables, absolutas gemas pendulares entre el pop y el hard rock. Desde su primer y epónimo disco de 1984, con temas tan contundentes como “Runaway” o “Roulette”, la banda ha sabido llegar no solo a las radios, sino también a los equipos de sonido, a los hogares; tanto al calor de hits como “You Give Love a Bad Name”, “Bad Medicine”, “Born to Be My Baby” o ese grito de estadio que es “It’s My Life”, como gracias a trabajos de menor relieve mediático pero de interesante contenido: un disco como “7800° Fahrenheit” (1985) merece total atención, una placa surgida de las cenizas de un amor roto en la vida real.


En fin, no vamos a descubrir aquí a Bon Jovi. Pero sí podremos empezar a escuchar de nuevo aquellas melodías que hicieron del grupo un fenómeno sideral. Grítelo otra vez.

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